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MARCO ANTONIO MEJÍA
EL ROSTRO IMPENETRABLE

Marco Antonio Mejia - El rostro impenetrable

Filósofo y especialista en periodismo investigativo y cultural.
Ha publicado La fragancia de la identidad , Cuerno deiImagen , Los disidentes del campo santo y El marde la gracia . Colaborador con ensayos, cuentos y poemas en los literarios de El Colombiano , El Mundo y El Espectador , además de las revistas Señas en la hoguera (de la que también fue miembro fundador), Escritos (UPB) y Cieloroto.
Dirigió la serie documental La casa , producida por Comfenalco y Mincultura, y participó en la realización de los mediometrajes Cierraojos (1981), Oración para asustar el miedo(1982), El cargador de hombres (1983), El tajamar y la astromelia (1984).
Primer Premio Poesía del Magisterio Antioqueño (1988), Segundo Premio Concurso de Cuento Municipio de Medellín (1992), Medalla Pluma de Oro (1993), Premio de Poesía Ciro Mendía (1994) y Primer Premio Concurso de Ensayo Latinoamericano René Uribe Ferrer (1996). Actualmente se desempeña como Coordinadorde Fomento y Divulgación Cultural de Comfenalco Antioquia.


La palabra compensar también significa enmendar o resarcir. Y en Colombia están muy presentes las cajas de compensación, aquellas entidades que se dedican a reparar las grandes infamias que produce un sistema social cuya médula es la ganancia y el pillaje. Es decir, un país muy bueno para pocos, pero una pesadilla para todos. Salud, recreación, vivienda, empleo, justicia, constituyen un caviar inalcanzable.

Comfenalco que ejerce sus funciones en el compensar, se ha destacado en el incentivo cultural con mucho énfasis en la lectura, la divulgación cultural y la recreación. Allí entre bastidores hay un hombre que ha convertido a la entidad en una presencia viva, reverberante, con un concepto muy pertinente. Claro, es un filósofo, tiene información y formación, comprende lo que es el devenir del hombre y en el contexto local lo que significa la palabra CIVITAS.

Tiene una pinta de serio que a uno le da miedo o pereza acercársele: "Me parezco mucho a Marlon Brando en la película El rostro impenetrable " apunta convencido. "A veces me confunden con Clint Eastwood". ¿El cónsul de Bajo el volcán ? Es su manera de echar el chiste sin mover un músculo. Toda sonrisa debe ser rogada. Inteligencia y corazón en este buen conversador, gran tipo para Medellín. He aquí su fugaz contorno.

EL ROSTRO IMPENETRABLE

Nací y he vivido siempre en Caldas. En la época de mi infancia era un pueblo pequeño donde era muy fácil el encuentro. Todo giraba en torno al cine, distracción de los pueblerinos. Dos teatros: El Caldas y el Lumen. Esos dos teatros fueron mi escuela, iba a cine todos los días.

¿Por qué razón terminaba en cine todos los días? Mi papá era ciego y yo era su lazarillo. Él era un personaje muy reconocido y para no tenerme ahí pendiente al lado suyo, me mandaba a ver películas. Entonces desde los seis años me la pasé en días de semana viendo la vespertina, los sábados viendo el matiné de las tres y los domingos desde las once hasta las siete. Mucho cine a toda hora y en todo momento. ¿Qué pasaban? De todo.

LOS DIEZ MANDAMIENTOS

Aunque tengo más olvidos que memorias, puedo recordar el impacto de Los diez mandamientos , de Cecil B. DeMille. Aquello me pareció grandioso, prodigioso. Todo lo épico, todo lo heroico resaltaba en uno la opción y la posibilidad de trascender el hecho cotidiano. Y eso después lo aplicábamos a los juegos. Había uno que se llamaba "juguemos a cine" y era resignificar momentos del cine. El western y las versiones de La Iliada y La Odisea , eran un mundo que se soñaba siempre más allá de las montañas, la grandeza de un mundo heroico que uno quiso alcanzar.

CINESÍFILIS

La vía láctea , me impactó porque nunca había visto una cosa que no comprendiera y descubrí que yo no comprendía cosas y me metí al propósito de comprender las cosas que no comprendía. Después vinieron películas enigmáticas al estilo de El Dios fingido (The Magus) , con Anthony Quinn, Teorema , de Pasollini. Iba a verlas y no me gustaban, pero algo se quedaba ahí. La hora del lobo fuimos a verla creyendo que era una película de terror, y no, resultó ser de Ingmar Bergman, sobre el significado de la medianoche, que es el momento en que más gente muere y más gente nace, el momento del gran terror, de la absoluta soledad o de la plenitud orgásmica.

UN ESQUELETO EN PRIMAVERA

Un pueblo demasiado tranquilo, tanto que las figuras más malevas eran los camajanes, y a uno le decían: "cuídese de los mariguaneros". Un día se encontró un esqueleto por el barrio Primavera, eso conmocionó mucho porque por Caldas la muerte sólo pasaba a llevarse los viejitos.

PAPÁ, MAMÁ Y LA LECTURA

Cuando nací mi papá ya estaba ciego, entonces esa circunstancia no constituía un hecho dramático, era un acontecimiento natural. Me parecía raro que los papás de los demás no fueran ciegos. Fue un hombre muy querido, muy popular, y siendo pobres éramos muy dignos. Por el hecho de que él fuera ciego, aprendí a leer muy tempranamente, a los cinco años, y le leía. Después en el bachillerato empecé a leer libros en grueso, también le leía, creo que fue una relación salvadora. Pero mucho se debe a mi mamá, que era de una familia muy rica, a ella la había dejado un poco el tren porque se fue de monja, sabía latín y era muy buena lectora, pero abandonó el convento y cuando vino, se casó con una persona ciega. Entonces muy buena parte de mi inclinación a la lectura era por la formación letrada que mi mamá tenía, desde niños nos leyó y nos enseñaba frases en latín, entonces yo era el niño que sabía latín en la escuela porque llevaba las frases que ella nos enseñaba.

EL TESORO DE LA JUVENTUD

En El tesoro de la juventud aprendí a conocer países y formas de la literatura, al menos las primeras formas de la gran literatura como La divina comedia . Ese mundo de los infiernos de Dante con Virgilio, suscitó estéticas en mí, imaginaciones. A mis compañeros les hablaba de las grandes épicas, Ulises, Aquiles, los Nibelungos, y para ellos yo era un héroe.

LA MÚSICA Y LA RADIO

A Caldas no había llegado un desarrollo de la música pero era fundamental la radio. A mi papá le encantaba comprar radios y coleccionar radios de onda corta y de onda larga, y por las noches se metía a buscar emisoras de otros países y la sorpresa era oír hablar, por ejemplo, ruso. Mi papá era un liberal de época y le gustaba Fidel Castro y el socialismo ruso, entonces buscaba esas emisoras. Algún día descubrí una emisora que se llamaba Radio Disco que pasaba versiones musicales de Serrat, de los cantautores, y eso me fue atrayendo.

ROCK Y CLÁSICA

El rock me llegó por el cine, nunca por los discos. Aquí no circularon discos de rock, pero sí las películas de los Beatles, y cuando se estrenó Let it be, unos muchachos de Caldas, que tenían una agrupación, Barrera , se montaron en una terraza como los Beatles, a anunciar que ese día se estrenaba la película. Ahí descubrí el rock, que es una de mis grandes pasiones. El mundo de la música clásica lo descubrí por la obligación y la vigilia que le imponían a uno en la Semana Santa.

RADIOTEATRO

De radio teatro había novelas significativas, por ejemplo, en la noche había una cosa que se llamaba Chan Li Po , un detective chino, también Kalimán y grandes dramas como, Los que sufren son los pobres , que duró como tres años. En Radio Sutatenza existía un programa que se llamaba La comarca de los sueños donde dramatizaban piezas de la literatura.

RUMBO A LA FILOSOFÍA

En quinto de bachillerato me llamó mucho la atención la filosofía y me intrigué por ella y era el mejor estudiante de la materia. Ahí descubrí vastas cosas que me llamaron la atención. Por entonces circulaban mucho los libros de Bedout, y me compré Así habló Zaratustra . Descubrí a Dostoievski, a John Steinbeck, y llegué a la literatura latinoamericana, García Márquez y Cortázar. Fernando González con su irreverencia, sus ironías y sus sentencias, además porque era prohibido, me despertó interés por la psicología y la filosofía. Vargas Vila, me fascinaba, para mí era el máximo escritor de la literatura universal.

TAMBIÉN EL TEATRO

En tercero de bachillerato habíamos formado el grupo de teatro El viento , con don Orlando Cadavid y arrancamos con Bertolt Brecht, El que dijo sí y el que dijo no.

Por Caldas pasaba toda la zarzuela del Grupo Santa María, pasaba la ópera y pasaban obras de teatro de grandes montajes : El Conde de Montecristo , Genoveva de Bravante. La Pasión la representaba, qué ironía, un circo llamado La Compañía de Teatro Martín.

EL VIEJO CIRO

Hicimos El papá de Trina , como homenaje a Ciro Mendía y él, que estaba presente, nos regaló 12 ejemplares firmados de El caballito de los siete colores , pero en el grupo éramos 13. Se rifaron y fui el único que no ganó. Esa es la característica de la suerte mía con el azar, ganaré el pan con el sudor de la frente.

LA IZQUIERDA

Don Orlando se fue y vino un muchacho del Moir, que empezó a traernos folletos, a formarnos ideológicamente. Recuerdo que montamos una obra que se llamaba El gallo canta al anochecer. Nos íbamos para las veredas y a los sindicatos a concienciar campesinos y obreros. Después llegó el EPL y desterró al Moir. Empecé a disentir del componente político tan de izquierda y fui expulsado porque no tenía conciencia ideológica, sino que tenía una conciencia pequeñoburguesa, aristócrata, como la que ahora tengo.

CONSOLIDACIÓN INTELECTUAL

Los años que siguen son de consolidación intelectual. La Bolivariana , a pesar de lo que la gente creía, era una universidad plural, no confesional. Estudiábamos a fondo los filósofos contemporáneos Foucault, Deleuze, Guatari, también se produce mi encuentro con Antonin Artaud, Gombrowicz, Kafka, Samuel Beckett.

Pablo Turó, el mayor patafisico que conozco, nos mostró a Jarry, a Boris Vian. Allá llegaban las cosas secretas, las cosas ocultas. Alguien trajo a Georges Bataille y de pronto todos lo estábamos leyendo. Fue un crisol muy importante.

HEGELIANO

Me especialicé en Nietzsche y en Heidegger. En filosofía también descubrí a Borges y mi tesis es fundamentalmente Heidegger y Borges, pero cuando pasé a ser profesor me dediqué al estudio de Hegel.

LA ARTERIA

Medellín siempre ha sido una ciudad mañanera y poco nocturna, entonces la bohemia de ese momento se reducía a un mundo escaso que era La arteria en La Playa , pero no había cosas consolidadas en el desarrollo cultural, por ejemplo, no había una sede de teatro. El cine lo habían revolucionado cuando aparecen cineclubes como el Ukamau, el Colombia, de Alberto Aguirre, importantes porque detrás de ellos también había un componente ideológico.

LA ALDEA EMPIEZA A SACUDIR SU MODORRA

Es el momento de la Osda , la Orquesta Sinfónica de Antioquia, nosotros íbamos a los conciertos el último viernes de cada mes. En esa época apareció y se constituyó una sede teatral: El Pequeño Teatro. El Taller de Artes impactó mucho con sus obras y su sentido kafkiano. La Cámara de Comercio fue clave porque trajo grupos de jazz, una programación continua y grandes artistas. La aldea estaba dejando de ser aldea.

No se me olvida la aparición de El subterráneo y el Teatro Libia.

LA FILOSOFÍA ES DESPOJARSE

La formación intelectual, la petulancia intelectual que uno ostenta en cierto momento por el saber adquirido lo lleva a desdeñar el mundo del otro. En medio de esa fiebre de pose intelectualista pensé: ¡qué bueno desentenderme de todo y tomar el camino de una vida más sencilla, más elemental! Y me fui como simple maestro de escuela para el Chocó. Allá recorrí tierras a las que no supe adecuarme porque fueron agrestes, duras, me dio paludismo y me tuve que venir con el ideal. Salté entonces como profesor de literatura a Santa Fe Antioquia y allí viví como tres años, formé un grupo de teatro con el cual hicimos montajes como Edipo Rey y Pedro Páramo , que tuvo muy buena acogida, incluyendo premio y hasta prohibición del cura.

¿DIRECTOR DE CINE?

Regresé como profesor de filosofía a Bolivariana donde permanecí ocho años. Entre tanto formé el Grupo de cine Caldas , experimental, realizamos varios mediometrajes: El Cierraojos , basada en una novela de Hans Christian Andersen. La oración para asustar el miedo , basada en un guión de Jorge Alberto Naranjo. El cargador de hombres, una fábula que se llamó El tajamar y la astromelia . Los dos primeros trabajos los hicimos en superocho y los otros en 16mm.

FUNCIONARIO

Siete años me dediqué al museo histórico en el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, donde me interesé por componentes más tradicionales de la historia del arte, para poder trabajar en el proyecto cultural que había concebido Gabriel Jaime Arango junto con Marta Elena Bravo en las bases del Plan de Desarrollo de Antioquia, eso era muy importante porque lo que concibió ese equipo, influenciado por el movimiento de las culturas populares de Brasil, los procesos de memoria local de México, permitió desarrollar en Antioquia la creación de más de setenta bibliotecas, el rescate de más de cuarenta archivos, el poder impulsar en las artes escénicas todos los grupos de teatro que había en ese entonces, a través de procesos de formación, y hacer la recuperación de la memoria cultural de los componentes tradicionales.

UN ARISTÓCRATA SALE DE PALACIO

Comfenalco llamó a Gabriel Jaime Arango para diseñar políticas de liderazgo educativo y cultural. Él me invitó a participar. Gloria Rodríguez ya llevaba rato con un equipo de trabajo muy bueno que estaba generando toda la actividad de información, de acceso a la comunicación, de lectura. Se trataba de apoyar lo que había de cultura en Medellín, formar alianzas, crear bases sólidas entre unos y otros, innovar rompiendo el silencio que tenía la ciudad. El otro componente fundamental era el de volver a las regiones.

TRABAJAR Y CREAR

Catorce años llevo en Comfenalco donde he tenido la oportunidad de hacer la gestión cultural y a la par crear, escribir. En este tiempo hice la crónica de Los suicidas de ciudad Bolívar , un texto muy impresionante. Comfenalco ha sido muy generoso con el espacio para la creatividad, llegué allá y no me dijeron lo que tenía que hacer, sino que empecé con mi propuesta cultural, que era que el sector cultural mirara a Comfenalco, que la ciudad mirara a Comfenalco, que a nivel nacional se mirara a Comfenalco y que incluso Comfenalco se convirtiera en embajador de artistas y de expresiones culturales a nivel internacional, cosa que medianamente se ha hecho. Entonces me permitían todo eso y no me trataban dentro de una estructura, sino que me daban libertad y nunca he abusado de esa generosidad, sino que he tratado de hacer que dentro de una caja de compensación, se creara un ambiente que beneficiara tanto a al institución, como a los demás.

LA RESOLUCIÓN ESPIRITUAL DEL HOMBRE

Sería muy feliz de poder dedicarme exclusivamente a la creación, sin embargo, quiero decir algo esencial: mi vida ha tenido siempre un sentido participativo, me gusta compartir las cosas y así mismo, siempre que descubrí una cosa que me sorprendía, quería que otros se sorprendieran con ella. Lo que más me ha sorprendido han sido las expresiones estéticas, sin excepción, el arte por encima de muchas porque en él está la resolución espiritual del hombre.

COMPENSAR

Comfenalco es una empresa de empresas y las cajas de compensación son muy beneficiosas, pero hoy los subsidios son lo más mal mirado, porque un subsidio es considerado una competencia desleal en el sistema capitalista, y lo quieren acabar. Ese sistema de subsidio de todas las cajas de compensación es sorprendente porque te permiten acceder a mundos que son exclusivos. Digo que Comfenalco ha logrado fortalecer el componente social, dignificar a la gente.

Haber consolidado proyectos internacionales, apostarle a proyectos sin buscar rentabilidad nos dan mucha dignidad. Hemos traído 26 artistas internacionales en estos últimos nueve años.

MIS GRANDES AMORES

Empecemos por literatura, a donde voy siempre llevo un libro de poesía, y Rilke siempre está a mi lado, Saint John Perse, Hölderlin, son tres poetas a los que acudo continuamente. Siempre leo a Borges, y la novela Bajo el volcán , de Malcolm Lowry, es un pilar de la historia de la literatura. En el cine, para mí Fellini, Truffaut, Tarkovski. He llorado en cine y también he reído mucho con Chaplin, cuya imagen me ha acompañado desde la infancia. En pintura, Max Ernst. En música siempre vuelvo a Bach y Shostakovich. Soy perseguidor obsesivo de cualquier versión cinematográfica que haya de Shakespeare, creo que las he visto todas. Para mí como norma de vida, uno sólo necesita dos cosas para entender a la humanidad: Shakespeare y Dostoievski. Al contrario de lo que mucha gente hace, que es ver el teatro escenificado, yo leo teatro, leer a Beckett es un goce, leer a Gombrowicz, a Genet, a Ibsen. Le temo mucho a las representaciones porque para ser franco, en Colombia he visto muy mal teatro y se tiran las obras, la gente dice que Shakespeare resiste hasta los malos montajes, pero la verdad es que nada resiste lo malo. No sé por qué habrá tan mal teatro en Colombia, de pronto falta esa experiencia, esa trayectoria histórica, esa consolidación.

MEDELLÍN

Conocí un Medellín que en sus rutinas era muy agradable y muy fácil de dominar y que me tocó ver descomponer en las complejidades detrás de las cuales están los poderes, y el poder siempre corroe. Detrás de esos poderes estaba la mafia, el poder político, las ambiciones empresariales, que no son empresariales en el sentido industrial, sino en el de la consecución de plata que tanto acusó Fernando González. No digo que los tiempos pasados fueron mejores, sino que a mí me tocó un Medellín tranquilito, fácil de dominar y de caminar, al que disfruté mucho en sus calles y en sus noches, sin mayores temores ni confrontaciones de peligro, rodeado por pequeños miedos y sobre todo el entorno, es decir, yo te puedo conocer y tú me puedes conocer. Llegan las complejidades normales de los desarrollos, pero Medellín no fue visible en su proyecto real de ciudad, ninguno de sus administradores tuvo ese concepto, Medellín perdió todas las oportunidades que pudo tener porque no había corazones claros ni mentes transparentes, sino corruptas y eso enredó a Medellín en una maraña y en una selva de la cual le fue difícil salir. Esta ciudad ha tenido de todo, de lo bueno y de lo malo, a mí me tocó la Medellín de las bombas y de tener que ir a trabajar a pesar del miedo y por fortuna también me ha tocado vivir esos procesos educativos de las dos últimas administraciones, que le han dado un clima de confianza a los entornos. Creo que este Medellín se está dimensionando para ser una ciudad de espacios para los encuentros, eso es esencial porque la esencia de la cultura es encontrarse los unos con los otros.

ASTOR PIAZZOLLA

Lo que me ocurrió con Astor Piazzolla siendo estudiante puede definirme un poco. Fui a verlo en el Teatro Pablo Tobón Uribe. Él en la melodía del fuelle introducía toda la dimensión de su música y nos metía en su armonía o desarmonía. De un lado el fuelle se tiraba hacia arriba y nos llevaba al cielo y después nos aplastaba y nos tiraba hasta el suelo, nos llevaba a la sensación de los dos extremos, y cuando estábamos en el suelo volvía y nos recogía para ponernos en el equilibrio de la vida y de la sensación de escucharlo, impresionante. Cuando salí le dije a todo el mundo que tenían que ver a Piazzolla, al otro día repetí y mi papá tuvo que prestar plata para esa repetición obsesiva, al tercer día logré que un tío muy tacaño me diera la plata para verlo por tercera vez. Me he dedicado toda la vida a decirle a la gente: vea esta partitura, escuche esta sonata, mire esta imagen, lea el significado de estas palabras, vea lo que dice Rilke, miren quién es Hölderlin, mire esta frase de Borges, mire estas sendas de Heidegger, miren la iluminación que ha habido en la historia de nuestras vidas. Lo mío ha sido compartir y mostrar cosas.

UN HOMBRE CON SOMBRERO

Como Borges ya escribió "He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer: no he sido feliz" me gozo hasta al que me pregunta si soy un desdichado. Yo soy un hombre con sombrero. ¿Eso qué significa? Que tengo cabeza para ponerme algo.

Entrevista tomada de la edición No. 15 del periódico de Medellín en Escena