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CARTA DEL
COLECTIVO TEATRAL MATACANDELAS
AL HONORABLE CONCEJO DE LA CIUDAD DE MEDELLÍN

A comienzos de este año se inició la celebración de los 30 años del Colectivo Teatral Matacandelas. Generalmente en las celebraciones se acostumbra una fiesta cerrada donde integrantes y ex integrantes se reúnen a hablar de los viejos tiempos, mientras liban y degustan en medio de alegres anécdotas, cerrando la conmemoración con la presentación de un libro de estampas (para las memorias) mientras se prepara el regreso a la rutina con la sensación de un deber cumplido.

En Matacandelas creemos que nuestro aniversario debe ser dinámico y extendido, con muchas gentes, con muchas obras, con muchas fiestas y antes de ver por ahí en los agáchese el libro de los 30 a precio de incendio con fotografías y artículos de egoteca, vigorizar de la mejor manera nuestra página web donde diálogo e información estén a la orden del día con un público que cada día se apoya más en la comunicación virtual o interactiva sin depender tanto del periodicucho y de la caspa impresa.

Un día de febrero nos llamó el joven concejal Santiago Londoño a informarnos que el honorable Concejo de la Ciudad de Medellín quería reconocer nuestra labor teatral concediéndonos la ORDEN AL MÉRITO JUAN DEL CORRAL. Consideramos no aplicable esa resolución del Concejo de la ciudad, pese a la buena fe del doctor Santiago Londoño. Así se lo hicimos saber por carta y para nuestra sorpresa nos visitó personalmente, escuchó nuestras razones del rechazo, nos comprendió, y al despedirnos estrechamos las manos como amigos.

Aquí hacemos pública la carta enviada:

Medellín. Febrero 25. 2009.

DOCTOR

SANTIAGO LONDOÑO URIBE

CONCEJO DE MEDELLÍN

Apreciado doctor Santiago:

En días pasados recibimos verbalmente su comunicación sobre la voluntad del honorable Concejo de Medellín de concedernos La Orden al Mérito Don Juan del Corral, como reconocimiento a la labor cultural desarrollada por nuestra colectivo durante 30 años.

Agradeciendo su deferencia y su noble intención, y con el gran respeto que amerita el Concejo de la ciudad, debemos decirle que dicha distinción nos parece equivocada y le explicamos por qué:

La Asociación Colectivo Teatral Matacandelas fue desde un principio una entidad creada al margen de la legalidad y de la normatividad social, ahora compuesta por 22 personas, entre plantilla técnica, administrativa y artística no ha logrado en tres décadas

su formalización, tampoco proporcionar a ninguno de sus integrantes, ni aún a los más antiguos, una posibilidad digna de vida, ni estabilidad laboral ni contraprestacional, de suerte que todos sus integrantes defenestrados a estrato 1 deben fingir, como buenos teatristas, que viven como población estrato 3.

De contera el público de Medellín -pobres gentes las de Medellín- acuden a nuestro teatro, que no es teatro sino una vieja bodega de zapatería, en condiciones inclementes, carente de toda ventilación y comodidad. Nuestros actores se maquillan, se visten y organizan su atrezzo en camerinos en ruinas, asediados por la humedad y la miseria. A veces cuando llegan visitantes de otras ciudades y de otros países que quieren ir hasta los camerinos a saludar a los actores les impedimos el paso porque nos avergüenza que en otras latitudes sepan de nuestras condiciones infrahumanas, donde el catarro y las enfermedades respiratorias son frecuentes (ver obras de Dostoievski).

En el lado artístico debemos reconocer que, por carencia de rigurosidad o de talento, no hemos logrado trascender más allá de los límites de la ciudad, y, nuestra única fortaleza -maravillosa- la constituye ese público numeroso y fervoroso que noche tras noche nos acompaña. Queda todavía la duda si lo hace por el aislamiento en que vive, desconociendo otras formas y calidades de la teatralidad.

Por contera, nuestra sede en su área social, que amenazaba ruina, fue sometida el año pasado a una refacción que logramos hacer con un préstamo bancario contra hipoteca por 150 millones de pesos, obligados a pagar en poco tiempo con otros 270 millones. ¿Cómo? no sabemos.

El horizonte ya nos muestra la vieja casa en embargo y remate. Igual suerte deberá correr toda compañía teatral de la ciudad. Afortunadamente a la gente de Medellín para nutrirse espiritualmente sólo le basta el almanaque Bristol.

Así, en esas condiciones, como ve, no nos concedemos ningún palmarés y más bien nos consideramos un absoluto fracaso como empresa artística y humana, y por lo tanto, improcedentes e inmerecedores de recibir la más alta distinción del Concejo de la ciudad.

Agradeciendo su generoso interés.

De usted, cordialmente

En nombre del Colectivo Teatral Matacandelas

CRISTÓBAL PELÁEZ GONZÁLEZ

Director general